Cancerbero – Hell Hound

Cancerbero – Hell Hound

Cortometraje rodado por Mikel Marton, director, fotógrafo y modelo hungaro. Hell Hound bebe de la tradición grecolatina, en el que las puertas del infierno son guardados por el Can Cerbero, un perro de dos cabezas que impedía el tránsito entre un mundo y otro, entre el mundo de los vivos y de los muertos. Esta leyenda corta de Cerbero (Can Cerbero, o Cancerbero, can significa perro) a dado lugar a muchas otras historias sobre el perro del infierno y similares. Hoy os presentamos la historia de este joven que se adentra en el bosque para transformarse en una bestia sedienta de sangre.
 

Aquí puedes ver el vídeo corto sobre CanCerbero Hell Hound

 
Os dejamos dos tamaños de vídeo, uno pensando para móviles, este primero, y otro para pantallas más grandes.

 

Lo que cuenta el cortometraje de Cancerbero

El cortometraje narra la historia de un joven, cerrajero de profesión, que se interna en el bosque para transformarse en el Can Cerbero. No está hablado.

 

CanCerbero, el cerrajero que  mantiene cerrada la puerta del inframundo

 
cancerbero el cerrajero del infierno
CERBERO, en griego  se escribe Kerberos. CanCerbero era un ser de la mitología griega. Cerbero era un perro de tres cabezas, pero según algunos autores podía llegar a tener hasta ciencuenta o cien cabezas. Cerbero era hijo de Tifón y Equidna, y su misión consistía en ser el guardián de los infiernos, es decir, era, en cierto modo, el cerrajero que mantenía la puerta del inframundo cerrada, tanto para que los muertos no volvieran de más allá, como, y sobre todo, para que los vivos no entraran. Los diferentes artistas clásicos lo representan con tres cabezas, además de con cola de dragón y unas agitadas y virulentas serpientes sobre la espalda.
Cerbero era tan violento que hasta los muertos tenían que calmarlo, y para ello tenían que ofrecerle la torta de miel que se había puesto en su tumba, además de la moneda destinada para Caronte, el barquero que cruzaba la laguna estigia para guíar a los muertos (según otras muchas fuentes, lo que realmente cruzaba Caronte no era la laguna estigia, sino el río Aqueronte). Pero sobre todo Cerbero era terrible cuando los vivos intentaban forzar la cerradura de la puerta de los infiernos, como sucedió en varias ocasiones. Por ejemplo, cuando Teseo y Pirito trataron de raptar a Perséfone. Sin embargo, otros hérores míticos de la Grecia clásica, sí consiguieron burlar a Cerbero, por ejemplo, Orfeo, cuando fue a buscar a Eurídice, adormeció al monstruo tocando la lira. Más tarde, el héroe Eneas logró también dormirlo al darle de comer una albóndiga preparada por la Sibila. El único que pudo domar a Cerbero fue Heracles, que lo encadeno y  se lo llevó a Trezena; luego lo devolvió a los infiernos. Por este motivo los antiguos griegos le dieron su nombre, Cerbero, a un grupo de estrellas de la constelación de Hércules (Heracles).