Ficha técnica del corto Sala de espera
- Título: Sala de espera
- Realizador: Paula Correa
- Duración: 04:00
- Año: 2014
- Sinopsis: Dos jóvenes con formas de ser distintas y vidas completamente diferentes, se encuentran en la sala de espera del ginecólogo. Impacientes, las jóvenes al fin recibirán unos resultados que les cambiarán la vida para siempre.
- País: España
- Idioma: Español
- Subtítulos:
- Información adicional: Cortometraje basado en escenas de la vida cotidiana, expresado con humor.
- Publicado por: Paula Correa
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Y después del análisis…
Sala de espera cuanta la historia de dos jóvenes que acuden al ginecologo porque no saben si están embarazadas. Los embarazos de mujeres jóvenes y adolescentes en España siguen siendo algo demasiado normal. Alrededor de algo más de 3.000 niños nacen al año de madres menores de edad, unos 200 tienen a madres menores de 15 años. Al margen del punto de vista moral que cada uno pueda tener, es evidente que en el actual sistema social, una madre menor de edad está en peores condiciones para cuidar de la manera correcta a su hijo recién nacido.
Para empezar, la gran mayoría de esos hijos son embarazos no deseados, por lo que no son pocos los casos en los que las madres llegan a rechazar a los niños, bien antes de nacer, bien, los peores casos, después de nacer. No son pocos los casos de madres que ocultan su situación hasta que ya no se puede ocultar más, lo que incluye seguir con la vida normal, lo que incluye salir de fiesta, beber, fumar, discotecas, ruido excesivo, etc. Con ese cóctel el bebé puede sufrir trastornos psíquicos o físicos que le afecten para el resto de su vida.
Después, una vez nacido el niño, la madre necesitará del apoyo de gente para poder cuidarlo. Compaginar su vida laboral (ya trabaje, estudie, o se rasque la barriga en la fresca) será mucho más difícil ahora. Ni que decir tiene que eso repercute en sus estudios, y por tanto, en su nivel de vida posterior.
Situándonos en el tema del corto, es fácil ver las consecuencias que esos posibles embarazos tendrían en nuestras amigas, la pija y la choni. Una, niña bien, hija de su papá, puede que sufra el rechazo de este. Todavía, a estas alturas de la vida, el honor de una familia sigue residiendo en la entrepierna de las jóvenes. Y la otra, la choni que no sabe ni hablar, a ver como le dice al novio rubio y de ojos azules que se ha zumbado a un negro mandingo.