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WhatsApp ¿héroe o villano?

¿Has oído hablar de la «lexicalización«? Probablemente no, pero estoy seguro de que sabes perfectamente qué es, aunque aún no lo identifiques. Lexicalización es cuando una marca comercial sirve para referirse a toda una gama de productos. Ejemplos de esto tenemos muchos, por ejemplo, Tipp-ex, Kleenex, Coca-Cola, Colacao, Bollycao…o Whatsapp. Todos estos nombres comerciales han alcanzado tal nivel de notoriedad que sirven para referirse a toda la gama de productos similares, incluso a los de la competencia. Por eso todos compramos tipex, pedimos un kleenex o mandamos un whatsapp.

Whatsapp ha alcanzado el nivel de estandarización, su uso es el estándar y en general no se plantea otra alternativa. Tal es su dominio del mercado de mensajería móvil que incluso con aplicaciones no oficiales que aportan grandes mejoras respecto a la oficial. Sin ir más lejos, existe una aplicación llamada GBWhatsapp Plus que cuenta con varias mejoras respecto a la oficial. Entre estas mejoras hay pequeñas cuestiones estéticas, como poder cambiar el color de la aplicación, y otras de mayor calado, como eliminar el doble check azul al leer los mensajes, el emisor no sabrá que has leído el mensaje, o impedir que se sepa si se está en línea o no. GBWhatsapp descargar gratis 2022 desde este enlace.

Ventajas y desventajas de Whatsapp

Todos los usuarios de Whatsapp somos conscientes de las enormes ventajas que tiene esta aplicación, pero quizás no tantos seamos conscientes de las desventajas o problemas que también presenta. Para tratar de corregir estos problemas se han creado modificaciones como Whatsapp Plus, pero aún así sigue habiendo mucha controversia con esta aplicación.

Quizás uno de los puntos más controvertidos con esta aplicación sea el uso dentro del entorno laboral. Al poder envíar y recibir mensajes al instante se abre una oportunidad muy grande para poner en conocimiento de los compañeros del trabajo noticias, recomendaciones…o reproches. Y aquí, como siempre, el problema no viene tanto del uso como del abuso. Para empezar, ningún trabajador está obligado a instalar o utilizar Whatsapp para el trabajo en su teléfono personal. El envío reiterado de asuntos laborales fuera del horario laboral puede poner al trabajador, o incluso al jefe, en una situación de tensión que puede llegar a ser grave.

Tampoco hay que olvidar que la mayoría de mensajes de Whatsapp son mensajes escritos y estos mensajes tienen un riesgo muy alto según la temática que traten. Se trata del tono de voz. En un mensaje de texto no hay tono de voz del emisor, evidentemente. Parece una tontería, pero está estudiado que al leer un mensaje lo solemos leer con el tono de voz que interpretamos que tiene el mensaje. Es decir, el jefe envía un mensaje en tono jocoso, el empleado recibe el mensaje y piensa que es una reprimenda. Si el texto del mensaje no está claro al 100% el empleado puede entender como una bronca lo que en realidad es una broma. Esto pasa más a menudo de lo que nos creemos.

Pero no sólo hay cosas negativas en el uso de Whatsapp. Tenemos muy reciente, por desgracia, el año 2020 y cómo las videollamadas sirvieron para tener comunicadas a las personas. Gracias a esta función, de Whatsapp y de otras empresas, las familias y los amigos pudieron seguir viéndose, aunque fuera a través de una pantalla. Además, tanto en Whatsapp como en su empresa matriz, Facebook, las personas suelen poner su nombre real. Esto ha servido para muchas viejas amistades se vuelvan a ver gracias a una búsqueda en Facebook y a poder mandar un mensaje a través de Whatsapp. Gracias a estas aplicaciones, por ejemplo, viejos amigos de la infancia o la juventud han podido encontrarse y recuperar el contacto.

En definitiva, con Whatsapp ocurre lo mismo que con el resto de aplicaciones tecnológicas, hay que saber utilizarlo. Un uso inteligente y moderado puede traer grandes beneficios. Pero un uso abusivo, estando demasiado tiempo dentro la aplicación y enviando muchos mensajes, puede causar estrés.